remedio ambiente

Es lo que según Ramón necesita urgentemente el Planeta Azul que nos acoge.

Que el cambio climático está al caer no es del todo cierto. Parece que el problema no es que se acerque, sino que ya vivimos sus primeras consecuencias. Puede que llegue el día en que demos al proceso la importancia que tiene, y nos demos cuenta del papel protagonista que jugamos en su incremento, y lo que necesitamos es que ese día llegue pronto. Será entonces cuando no se firme el tratado de Kyoto, sino que se proclame y cumpla uno mucho más eficaz, y cuando las ciudades vean pasear más bicicletas que coches, asentándose por fin ese gran ambiente cosmopolita y delicado que ya se respira en Milán, Ámsterdam o Berlín, donde sus ayuntamientos se han tomado más en serio este transporte alternativo.

Es hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, un buen momento para defender y promover el uso de la bicicleta. Al menos su uso en el centro de las ciudades liberaría estas zonas no sólo de tráfico, sino también de polución y ruido -que son dos formas de provocar lo mismo: contaminación. Ir de L'Hospitalet a Barcelona en bici no es lo más factible, pero no tiene por qué dejar de serlo que el centro se corte al tráfico no residente para dar prioridad a las bicicletas. Sería una buena forma de promoción, algo arriesgada claro.

Parece mucho más recomendable seguir el ejemplo europeo que el síndrome automovilístico del coche de la américa profunda, donde andar por la calle en muchos casos supone una locura siempre que ese trayecto se pueda hacer en coche, por corto y ridículo que sea. Además, no sólo contribuimos a mejorar la urbe en la que vivimos, sino a mantenernos en forma y hacer ejercicio diariamente.

Nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido y conseguir ciudades en simbiosis con la naturaleza.