11.6.06

Rowling mottos

Sea para criticar o alabar algo, los personajes hablan gracias a los escritores.

Podemos pensar en libros. Pero también en películas, canciones, teatro, y sus guiones. Y cuando hablo de películas, hablo de películas con mayúsculas, arte vamos, no la producción de supuestas formas teóricas de socialización juvenil y otras variedades que nada tienen que ver con lo primero. La subjetividad del pensamiento escrito permite que lo que entendamos de algunas frases no sea lo que su autor quiera transmitir con ellas, o sea una parte, o algo más de la idea primera. Hay a quien dejan indiferentes mientras a otros hacen pensar. Eso, pensar es a lo que nos deben inducir y lo que debemos conseguir. Aquello que no despierta la atención y no fomenta la imaginación y el pensamiento racional no deja de ser un espacio en blanco de algo que pudiera progresar. Aquellas frases que ennervan cada uno de los poros de nuestra piel ya sea por la sensación que percibimos o por la conclusión a la que llegamos.

Los libros de Rowling no parecen diferenciarse por ser los mejor escritos, ni los que mejor cuenten la historia que la autora pensó en aquel acertado viaje ferroviario, sino por valores que quizá superen esto, por ese impulso a la lecutra y la literatura que ha despertado a nivel mundial y que era necesario, por la fuerza de la sinceridad, la frecuente irrealidad de la apariencia, la valentía, la creencia utópica, la defensa de la libertad y el valor de la honradez, la integridad y la amistad.

Dumbledore surge así como un buen método con el que Rowling deja fluir las mejores frases de sus libros. En representación de lo anterior. Algunas como: 'Los adultos somos insensatos y descuidados cuando subestimamos a los jóvenes'; 'Una vez más, lord Voldemort no entiende que hay cosas mucho más terribles que el dolor físico'; 'Lo único que nos da miedo cuando nos asomamos a la muerte y a la oscuridad es lo desconocido'. O narrativamente: '[...] pero ya había aprendido [Harry Potter] que muchas veces el humo y las explosiones no eran señal de experiencia, sino de ineptitud.'

Ver o mirar, oír o escuchar, nunca serán sinónimos y de saber diferenciarlos dependerá nuestro desarrollo emocional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

siñooorrr!!!
que tal por esas tierras pucelanas?
acabo de terminar los examenes y estoy euforica,ya soy 2/3 nutricionista!!!^^
que felicidad da este momento, tras tantas horas encerrada, sin vida social, ni contacto humano,cada dia igual que el anterior, pero eso SE ACABO!!!YEAH!!

en fin, me he pasado para saludar y de paso darte la direccion del espacio que ya se que no te gusta y que es una horterada y que blablabla, pero soy muy vaga como para hacer cualquier otra cosa...

este finde no estoy en madrid asi que supongo que para el siguiente ya te veo...venga pekeño, besoosss