Summer flava'

Quedan horas para que el verano llegue matemáticamente, aunque desde hace semanas nos inunda su hecho publicitario.

La primavera y el otoño van reduciéndose a meros preámbulos de las segundas partes de las temporadas que abren, como una puerta a lo que viene, como avance de lo que será. Y de ello no me quejo, más bien me agrada porque con esto la estación de la bufanda y los guantes ha quedado relegada a un mes, con adelanto pero un mes, y su portada, algo mayor que la primavera, es más una honorable y nostálgica salida veraniega que un otoño como tal. Así que pensando esto sigo emocionado porque el verano que las nubes presentes no quieren dar la bienvenida, ese que Feist presentaba dejando Mushaboom en manos de Lacoste en forma de aroma de nueva primavera, este que Ray Smith decora con garbo para Absolut, estará plenamente con nosotros en breve. Buscando la concha más bonita de la playa, o la Playa de la Concha, caminando por una arena que tiempo atrás era más bien barro o no era para dejar ver la roca que ahora cubre, nos topamos con unas tablas de surf de varios amigos con los que jugamos al volley hace once meses. Las olas de dos metros y las que acarician las rodillas.

Todo esto, un bronceado saludable y unas copas con brisa de fondo, sólo en verano.